domingo, 10 de agosto de 2014

Mi entrevista para el diario "El Comercio" (Asturias)


«No puedo aceptar el argumento de que el Gobierno castigó a la gente con recortes» «Cuando se debatan las cuentas, el PP asturiano tendrá en cuenta el interés general»

«Si hay que buscar responsables al auge de Podemos hay que apuntar al PSOE, incapaz de tener un discurso político y un liderazgo sólido»


Conrado Escobar, en una escalera del paseo de San Lorenzo, durante una soleada jornada.   FOTO DANIEL MORA.
JOSÉ ÁNGEL GARCÍA. GIJÓN. El diputado nacional del PP por La Rioja Conrado Escobar disfruta, como es habitual cada año, de sus vacaciones en Gijón. En una conversación con este periódico hace balance de un curso que ha sido complejo para su partido, tanto por la gestión de la crisis como por las iniciativas legislativas impulsadas en los últimos meses. Una de ellas fue la Ley de Seguridad Ciudadana, que ha iniciado el trámite parlamentario, y que Escobar tendrá que defender en el Congreso como portavoz del PP en la Comisión de Interior.

 –Recuperación es la palabra más repetida en las últimas semanas. ¿No están siendo muy optimistas el PP? 
–Es un optimismo razonado, aunque insuficiente. Mientras haya un parado hay mucho trabajo que hacer. El ciclo de recuperación está recorriendo la parte macro pero todavía no ha llegado al comerciante, al autónomo, a las pymes... 


–Coincide con Javier Fernández, que decía la pasada semana que no puede hablar de recuperación con 100.000 parados en el Principado. 
–La recuperación tiene un componente económico pero también tiene otro intangible que es la confianza. Si se ve ilusión y se pierde miedo al gasto tenemos un ingrediente económico fundamental.


–El coste ha sido alto, les critican desde la oposición. Sostienen que se han perdido durante la crisis derechos laborales y sociales. ¿Qué opina de esto un dirigente del PP? 
–Todo es opinable. Cuando una familia lo está pasando mal, quiere soluciones. En este sentido, las críticas las entiendo, pero no puedo aceptar como discurso político que se ha castigado a la gente con los recortes. Lo primero que había que hacer para conseguir la recuperación era un ajuste en las cuentas públicas y eso pasaba por no gastar lo que no se tiene. Enderezar esa cultura no ha sido fácil. Veníamos de la etapa del ‘todo vale’ y el siguiente que venga que pague las deudas. Y eso no es serio.


–Me reconocerá el impacto que han tenido algunas medidas. 
Se ha procurado que aquel que peor lo está pasando siga teniendo oportunidades y no se quede en la cuneta. La mejor política social es el empleo y más pronto que tarde llegará a todo el mundo. Cuando la actividad económica funciona, el estado de bienestar está garantizado.

–¿Y las libertades públicas? ¿Acaso no se han puesto en tela de juicio derechos constitucionales? 
–La izquierda insiste en atribuirnos el cliché de que el PP es el partido de los recortes y de la mordaza. Y eso no se corresponde con la realidad. Si analizamos con un mínimo rigor el proyecto de Ley de Seguridad Ciudadana se aprecia justo lo contrario. A partir de ahora se protegerán mucho mejor las libertades. Sin seguridad no hay libertad y la seguridad solo tiene sentido para garantizar la libertad. Con esa premisa se ha impulsado esta ley, que deja bien patente que las manifestaciones están mucho más garantizadas que con la norma vigente del 92. Hoy, una manifestación no comunicada, es una infracción muy grave. Con la normativa nueva, pasa a ser una infracción leve. Lo que la ley persigue es que aquel que trate de perturbar el ejercicio de la manifestación pueda ser sancionado. Se han tenido en cuenta las opiniones del CGPJ, del Consejo de Fiscales, de Amnistía Internacional y de Greenpeace.


–Es que no es el proyecto que presentó el ministro de Interior. 
–Es que ha cambiado. 
–¿Significa eso que se pasó de frenada Jorge Fernández Díaz?
–No. Es algo lógico. Estamos hablando de una ley orgánica que regula derechos fundamentales y es normal que siga un proceso, hasta que se aprueba, para mejorar su contenido. La verdadera revolución de la ley es que pone más límites a la actuación policial preventiva. Ahora mismo no estaba regulado por ley cómo se tenían que producir las identificaciones policiales y se pone coto a los millones de identificaciones indiscriminadas que en la etapa de Rubalcaba han pasado inadvertidas. Nos sitúa a la vanguardia de Europa en protección de derechos fundamentales.


–Con el Estatuto de las víctimas, ¿busca el PP la reconciliación con las víctimas del terrorismo?
–Hemos cumplido con una obligación democrática y moral. Tenemos una ley de víctimas pero queríamos dar un paso más, que nos permita ofrecer mayor protección a las víctimas de todo tipo, no solo aquellas relacionadas con casos de terrorismo.


–El PP carece de apoyos para sacar adelante las propuestas con más consenso. ¿Ve lejos conseguir un acuerdo más amplio? ¿Es posible algún día reeditar los pactos de Estado?
–Parto de la premisa de que en democracia es importante que tengamos dos grandes partidos. El PP y el PSOE tienen una vocación de poder y es lógico buscar puntos de encuentro que ofrezcan estabilidad en determinados asuntos. A partir de ahí, el PP es consciente de que tiene una mayor dosis de responsabilidad porque gozamos de una mayoría absoluta. La gente nos dio su voto con el mandato de sacar al país de la crisis. Cuesta muchas veces dar explicaciones a los ciudadanos y hacer pedagogía de las medidas adoptadas. En ese recorrido nos hemos encontrado con un PSOE que no atravesaba por sus mejores momentos y buscar puntos de encuentro con ellos no ha sido fácil.


–Deduzco de sus palabras una defensa firme del bipartidismo, que no concuerda con los resultados que arrojaron las últimas elecciones.
–La verdadera revolución pasa porque aquellos que nos dedicamos a la política nos reconciliemos con sus principios. Hay que estar más cerca de la gente y pedir perdón cuando corresponda. A partir de ahí entiendo que la gente está enfadada, pero no contra el bipartidismo. Cuando alguien lo está pasando mal y la respuesta no llega entiendo la indignación. Pero hay gente que está aprovechando esa coyuntura. 


–Se refiere a Podemos. Su auge es tan evidente como el deterioro que sufren los dos principales partidos.
–La gente se expresa en las elecciones y no soy quién para menospreciar lo que alguna formación está consiguiendo en las urnas. En todo caso, mi preocupación no es ver lo que hace Podemos, sino qué me está diciendo la gente que tengo que hacer mejor. 


–Fernández responsabilizaba al PP del auge de los «populismos» por la gestión de la crisis. ¿Qué opina? 
–Es un modo de aplicar el ‘consejos vendo y para mí no tengo’. Algo a lo que es muy dado el PSOE. Si hubiera que buscar una responsabilidad socio-política al fenómeno que estamos viviendo hay que apuntar al PSOE. Un partido que es incapaz de encontrar un discurso político, incapaz de encontrar un liderazgo sólido. El riesgo que tienen los socialistas, en estos momentos, es dejarse seducir por un populismo de izquierdas. Vuelvo a la reflexión que hacía antes. España necesita dos grandes partidos: uno de centro-derecha y otro de centro-izquierda. Si uno de los dos se aleja del centro es cuando viene el problema.


–¿Respaldaría entonces que PSOE y PP pactaran, por ejemplo, los presupuestos asturianos para 2015?
–No soy quién para decir a mis compañeros de partido lo que tienen que hacer. Lo que sí es bueno es tener en cuenta el interés general y no tengo en duda que mis compañeros de Asturias lo harán. 


–¿Le parece utópico pensar en una reconciliación de la derecha asturiana a día de hoy?
–No conozco a fondo la realidad para poder enjuiciarla, pero sé que la presidenta regional del PP ha definido una estrategia y la está aplicando. Mercedes Fernández está haciendo mucha labor territorial y sectorial y eso, al final, va a ir cuajando.


–Parece evidente de que el centroderecha no puede ser alternativa de gobierno si se mantiene dividida. 
–Cada uno tiene que asumir sus actos. El PP tiene una responsabilidad mayor porque representa una marca que es nacional y defiende el mismo mensaje en todos los territorios. La gente quiere la seguridad de ser fiel a unos principios. Y eso es lo que está haciendo el PP en Asturias. Otros que respondan por lo que hacen.